Un test neurocognitivo es un método diagnóstico
que se emplea para medir el funcionamiento cerebral de una persona
y obtener información que no proveen otros instrumentos
de exploración, como el electroencefalograma, la tomografía
computada o la resonancia magnética. Permite al médico
y a otros profesionales comprender la dinámica entre
las diferentes regiones del cerebro del paciente a través
de exhaustivo mapeo de sus habilidades cognitivas.
Habitualmente se recomienda cuando existen síntomas
o quejas relacionados con la atención, la memoria, o
el razonamiento.
Es especialmente útil para identificar la presencia
y naturaleza de trastornos cognitivos precoces. Tiene una gran
sensibilidad para detectar problemas leves de atención,
memoria o razonamiento que de otra manera podrían pasar
inadvertidos. Muchas veces, cuando estos síntomas son
sutiles, el test neurocognitivo es la única herramienta
que permite registrarlos con precisión, y establecer
su origen.
El resultado del estudio arroja un perfil que permite distinguir
entre diversas enfermedades, lo cual es crucial ya que el tratamiento
apropiado depende de un diagnóstico preciso.